Aquí la envidia y mentira
me tuvieron encerrado.
Dichoso el humilde estado
del sabio que se retira
de aqueste mundo malvado,
y con pobre mesa y casa,
en el campo deleitoso
con sólo Dios se compasa,
y a solas su vida pasa,
ni envidiado ni envidioso.
El poema “Al salir de la
cárcel” de Fray Luis de León trata sobre una parte de su vida, en la que le
encierran en la cárcel por traducir “El cantar de los cantares” al lenguaje
vulgar sin licencia. El autor quiere decir en el poema que protesta contra la
injusticia de su encarcelamiento por el Tribunal de la Inquisición (que
perseguía y castigaba duramente la herejía) por un hecho irrelevante: Aquí
la envidia y mentira. Él, después de ser castigado, reclama su libertad.
Esta décima fue escrita, según dicen algunos manuscritos, en la pared de la
cárcel con carbón.
Me tuvieron
encerrado: no dice preso, ni encarcelado, sino encerrado, como ser peligroso
para las ambiciones de muchos.
De este mundo
malvado:
el epíteto es algo duro y amargo pero el trato que recibió no fue nada suave ni
comprensivo.
Con solo Dios
se compasa: sólo se entiende con Dios .
Y a solas su
vida pasa: este fue siempre el ideal de Fray Luis de León, lo que no logró
nunca.
Ni envidiado
ni envidioso: envidioso, no; pero envidiado, lo fue siempre.
Pedro Mena y Carlos González