Recientes estudios psicológicos demuestran que
el ser humano distingue casi desde que nace entre el bien y el mal, y los bebés
tienden a tomar partido por lo primero.
A día de hoy
se ha podido demostrar que los bebés saben diferenciar entre lo que está bien y
lo que está mal e intentan censurar los malos actos y el egoísmo, aunque a
veces no prediquen con el ejemplo. Además, se ha comprobado gracias a la
ciencia y la investigación que, desde que nacemos, tenemos un impulso innato para hacer el bien.
Adentrándonos
en estos temas, no podemos olvidar que el control adulto y el tipo de educación
que se nos imparte desde que nacemos toman un papel muy importante: los niños
que crecen sin supervisión adulta tienden a comportarse como pequeños salvajes
y en un futuro tendrán problemas sociales y escolares. En conclusión, podemos
decir que parte de nuestro comportamiento es influenciado por el de nuestros
padres y otra parte digamos que nos viene ‘de
fábrica’. Esto demuestra que sí que existe un tipo de ‘gen malvado’ o de ‘gen de la maldad’, tal y como el filósofo
francés Rousseau daba a entender en
algunas de sus teorías sobre el comportamiento y la evolución humana.
Hoy en día
existen una serie de pruebas y exámenes, que se han ido perfeccionando, para
averiguar y descubrir como será nuestro comportamiento y a que podremos llegar
en la vida.
Trabajo realizado por Alba Sánchez y David Bautista
Yo creo que cada uno llega en la vida hasta donde quiere, independientemente de sus genes. ¡Buena entrada!
ResponderEliminarEs cuestión de descubrir qué es lo que queremos y capitanear nuestra barca en buena dirección. ¡Ánimo para los alumnos!, están haciendo un excelente trabajo.
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