miércoles, 14 de mayo de 2014

COMENTARIO DE UN POEMA. DÍEZ CANEDO. PILAR Y TAMARA



“A LOS MUERTOS”
            Lejos de la ciudad tenéis en torno
            todas las hermosuras de la tierra.
            De día, cielo azul y sol radiante
            y en noches claras, titilar de estrellas.

            De inspirados cinceles os consagra
            los prodigios el arte de los hombres,
            y brotan de la tierra,
            para vosotros flores.

            Y vosotros, en tanto
            gozáis en vuestros nichos
            de la esencia de todos los placeres
            sombra…silencio…soledad…cielo…
                       
            Enrique Díez Canedo

Comentario del poema
Como datos biográficos más relevantes cabe destacar los siguientes:
Poeta y novelista extremeño, cuya obra se desarrolló principalmente en la primera mitad del siglo XX.
Licenciado en Derecho, colaborador literario en diversas revistas y periódicos de la época, gran difusor de la cultura, y miembro de la Real Academia de la Lengua Española desde 1935.
En cuanto al contexto cultural, pertenece a la corriente postmodernista, caracterizada por la predilección por los ambientes locales y rurales y el lenguaje sencillo y llano; destaca la intimidad del poeta que se fija en lo cercano y cotidiano.


La pérdida de sus padres durante su juventud pudo marcar la temática de este poema, centrado en la soledad tranquila de la muerte.
Si bien este es el tema principal, se advierte como subtema la hermosura de la tierra y la incapacidad del ser humano para disfrutarla debido al ajetreo de la vida.
En relación con la voz poética, se adivina un sentimiento de calma, nostalgia y disfrute de los sentidos básicos que nos ofrece la vida, intentando transmitirnos una sensación de tristeza, soledad, abandono y tranquilidad.
El poema va dirigido a un lector sensible que ama las cosas y detalles pequeños de la vida, si bien lo dedica a los muertos del cementerio, liberados ya de toda preocupación.
Por lo que respecta a la realidad evocada/ tematizada, el poeta, partiendo de la cruda realidad de la muerte, transforma este hecho en un sentimiento de descanso de todas las preocupaciones de la vida, y una vuelta al disfrute de las cosas bellas que nos ofrece la naturaleza.
Este poema nos recuerda a las coplas de Jorge Manrique por la muerte de su padre, en las que se destaca el hecho de que la muerte implica de alguna manera un alivio o descanso para el ser.
El discurso adopta la forma de reflexión sobre la idea de la muerte en combinación con la expresión del sentimiento que provoca en el poeta.
Se aprecian las siguientes agrupaciones de significados:
-          Hermosuras de la tierra: cielo azul, sol radiante, estrellas en la noche.. (Todos ellos relacionados con la naturaleza)
-          Placeres: sombra, silencio, soledad  (Todos ellos relacionados con la idea de paz, tranquilidad, quietud…)
En el poema podemos encontrar las siguientes imágenes literarias:
-          Asíndeton: “sombra…silencio…soledad…cielo…” (añade intensidad al poema)
-          Circunloquio:   “De inspirados cinceles os consagra
                             los prodigios el arte de los hombres”
                                   (Consigue dotar al poema de mayor profundidad)
-          Epíteto:  “Cielo azul”, “sol radiante”  (Incrementa la belleza descriptiva)
Finalmente, en cuanto a la sonoridad y métrica del poema, no se ajusta a ninguno de los tipos más comunes o tradicionales, sino que presenta una métrica libre con versos de 11 sílabas en su mayoría, predominando una rima asonante.


Pilar Serrano y Tamara de Ávila

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